Una excelente escala para los turistas de este extremo lugar
La dueña del lugar nos recibió de improviso, pues no teníamos reservación. Incluso 20 personas aún pueden cohibir a los más experimentados meseros. Por suerte, en este caso no hubo mayor tema, y prontamente nos llevaron a la mesa agua de limón con chia y tinto de verano. Luego, tapas de jamón serrano y salmón ahumado.
Platos de la India, una deliciosa hamburguesa, pasta con alcachofas y pollo asado, café de grano, pastel de tres leches y confite con zetas y fresas.
La verdad es que la dueña del lugar siempre estuvo atenta, prendiendo velas conforme avanzaba la noche, y revisando todo.