Kris por el mundo
Coquetos y cómodos
Al organizar nuestro viaje a Bulgaria no era capaz de encontrar un alojamiento cerca del Monasterio de Rila que me convenciera. Como también queríamos visitar Melnik finalmente decidí buscar algo en un punto intermedio. Y fue así como terminamos en Blagoevgrado, una ciudad que solamente vimos por la noche, que nos pareció tranquila, y sobre todo, nos ofreció un buen alojamiento en una ubicación que nos venía muy bien.
Nuestro apartamento era una sola estancia, con el dormitorio, una pequeña salita de estar y la cocina. Todo era sencillo y funcional. Y sobre todo, estaba muy limpio y nuevo.
El baño, aunque pequeño y sin cortina de ducha estaba bien diseñado y el agua no iba más allá del espacio del suelo de la ducha.
También teníamos una pequeña terraza y aparcar en la zona es muy sencillo, ya que justo enfrente de los apartamentos hay bastantes plazas.
Nos dejaron agua mineral y teníamos café y té para desayuno. Muy cerca del apartamento localizamos un supermercado en el que comprar algo sólido para desayunar al día siguiente. Y justo debajo del edificio, un buen restaurante. La verdad es que para nosotros fue un acierto alojarnos en este lugar.
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