Masia Can Pi - Sirot

Sí, habéis leído bien. Vino de cereza. Y es que en esta masía barcelonesa han dado un paso más allá de lo que tradicionalmente conocemos como vino, han buscado otras posibilidades y han descubierto que fermentando la cereza se consigue un vino que ni los más entendidos son capaces de decir de que fruta procede.

Llegar a esta masía es alejarse del mundanal ruido. En ella se disfruta de tranquilidad y los dueños de Sirot ofrecen experiencias únicas, como catas en un chill out rodeado de flores de cerezo. O incluso más apetitoso. Sentarse a degustar sus vinos mientras se comen cerezas directamente del árbol.