Un descubrimiento realmente agradable...
Un descubrimiento realmente agradable dentro de la gran oferta de restaurantes y sidrerías que hay en Cangas de Onís.
Escogimos esta sidrería más bien por casualidad. Eran las 3 y media de la tarde y aún estábamos sin comer, recién llegados a Cangas de Onís y con un hambre capaz de devorar cualquier cosa que se nos pusiera delante.
Medio escondida en una calle de soportales está esta moderna sidrería a la que espero volver en cuanto vuelva por tierras canguesas.
A pesar de ser domingo ofrecían menú a 9,90€ con botella de sidra incluída (en muy pocos sitios hacen esto). La comida realmente buena, bien atendidos, decoración alejada de la típica de una sidrería convencional, moderna y a la vez acogedora.