Un sitio de paso, pero merece la pena parar...
De camino al faro de lastres, desde lastres nos encontramos con esta pequeña sidrería a su paso. Nosotros teníamos hambre y paramos allí, sin mas, pero desde luego en cuanto cruzamos el umbral de la puerta, nos dejo asombrados.
Era una sidrería preciosa, con marisco vivo, decorada al estilo marinero, pero con mucho gusto, nos pasaron al salón comedor, también precioso y luminoso.
Pero lo que mas nos impacto fue la comida, pues por un mínimo menú de 9€ por persona, comidos hasta reventar, y ademas todo riquísimo.
De primero ambos pedimos fabada, y estaba muy muy buena, de segundo yo lomo relleno, y mi novio merluza a la marinera, y estaba sensacional, postre y cafe...