Especial para quienes disfrutan conocer los orígenes y la historia, vale la pena
Los antiguos pobladores del Mont Aspré (antiguo nombre de Pals) dejaron su impronta grabada en la roca donde se levanta el casco urbano. En el transcurso de las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo durante el transcurso del siglo XX, se fueron descubriendo varias tumbas que habían sido excavadas en la piedra natural, algunas de ellas antropomorfas, es decir parecidas al ser humano en sus características externas. Suelen datarse en el período visigodo que abarca desde el siglo VI al VIII y que llega hasta el año 1000. Esto marca el asentamiento del pueblo visigodo en la Península Ibérica entre mediados del siglo V y comienzos del VIII, vale decir entre el año 476 en los ya se habían asentado finalizando el grueso de las migraciones en el año 490 pero es recién en el siglo VIII en que se restaurará la paz y la unidad religiosa con el catolicismo.