Un sendero fácil, ameno y apto para toda la familia
Los amigos de Arawak Canarias y Gran Canaria Natural, nos regalaron una preciosa jornada en contacto vivo y directo con la naturaleza en pleno corazón de Gran Canaria. Nuestro guía Juan Manuel, gran conocedor de éste y otros muchos terrenos, nos dio una clase continua de geología, zoología y botánica, dejándonos en más de una ocasión con la boca abierta y la vista regalada, según nos iba descubriendo los secretos del barranco de Azuaje.
En este rincón, nos iremos al corazón de lo que fue la llamada Selva de Doramas, según cuentan las crónicas, una extensión arbolada que cubría el norte-noroeste de la isla de Gran Canaria, un bosque de Laurisilva, que fue aniquilado, por ser el soporte energético del avance de nuestras islas. La madera de sus árboles se utilizó como carburante para los ingenios azucareros, como materia prima para la reparación de los barcos primero, y como carburante después para cruzar el Atlántico, y por supuesto, la causa más relevante de esa desaparición se debió a que fue el lugar de asentamiento de la población, por poseer los mayores recursos de agua y las mejores tierras para el cultivo que aún hoy son de las más fértiles de la isla.