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Al visitar el sarcófago de Alejandro ...
Al visitar el sarcófago de Alejandro uno no se puede perder la reconstrucción que se encuentra en su lado izquierdo. En unos paneles informativos y en una copia del sepulcro se explica como fue originalmente este bello sepulcro: tenía colores brillantes que mofificaban totalmente el aspecto de la tumba. Gracias a tratamientos químicos y de rayos X se ha conseguido saber qué color tenía cada zona y cual era su simbología. En el sarcófago de Alejandro original aún pueden observarse pequeños restos de color que nos permiten hacernos una idea del verdadero arte clásico: repleto de color. Justo lo contrario de lo que nos imaginamos actualmente, no era un arte sobrio, sino más bien un arte muy dinámico, brillante y multicolor.
Justo a la entrada del Museo Arqueológico, en el ala izquierda hallamos la primera sala de la fascinante colección del museo. Aquí se encuentran los sarcófagos de la Necrópolis Real de Sidón. Osman Hamdi los desenterró en Sidón (lo que ahora es el Líbano moderno) a finales del siglo XIX. Su belleza y su importancia justificaron la construcción de todo el museo. Merece la pena estarse un rato contemplando los detalles de los sarcófagos, sus relieves y sus inscripciones. Un paraíso para los amantes de las culturas antiguas!
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