María Alba
Uno de los magníficos templos de Nikko
Nos entretuvimos mucho por la mañana con el Abismo de Kanmangafuchi, Bake Jizō y la Villa Imperial Tamozawa. Quizá cosas que no eran tan "importantes" como lo pueden ser los templos más importantes de Nikko como el Santuario Toshogu y este, Futarasan. Pero no me arrepiento nada de lo que hicimos porque la zona del Abismo era preciosa.
Lo único malo, es que los templos eran enormes y para cuando llegamos allí era muy tarde, y faltaba poco para que cerraran y lo peor de todo, para que anocheciera. En Japón anochece muy pronto en invierno. A las 17:00 ya era casi de noche. Así que básicamente corriendo de templo a otro pudimos ver el Santuario de Tosoghu y Futarasan. No nos quedo tiempo para ver el Rinno-ji. Pero no pasa nada! Ya volveré y os contaré que tal.
El Santuario de Futarasan está prácticamente pegado al de Tosoghu. Está separado de este, por un enorme pasillo de piedra con farolillos y lámparas de piedra típicas, y por el que se pueden ver alzarse los descomunales cedros del pequeño Monte Kourei que también se encontraban dentro del recinto de Futarasan y cuyos ejemplares más viejos son venerados y adornados por los japoneses.
Fue una pena verlo con tan poca luz pero su interior está formado por numerosos templos pequeñitos, oratorios, charcas sagradas...
Su estructura fue construída en 1612, y está dedicado al espíritu de las tres montes sagrados de Nikko, el Nantai, Nyoho y Naro.
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