Santiago de Compostela

En Santiago estuvimos dos veces, y nos supo a poco. La primera vez solo medio día, picoteamos en una tasca llamada O Beiro C/ Raiña, 3. No estuvo mal.
La segunda vez si estuvimos todo el día hasta coger el avión a Tenerife.

Si decir, que paseando visitamos el mercado donde además había artesanía, y luego, por los alrededores de La Catedral, fuimos a parar a un restaurante llamado “A Curtidoría” Rúa de Conga, 2-3 /981 554342. Es una casa antigua, con clase, muy cuidado, se come muy bien, buen servicio…

Tiene página Web. Lo recomiendo.
Este es mi último rincón en Galicia.

A pesar de la lluvia y de su luz gris, Santiago de Compostela es una de las ciudades más encantadoras que conozco. Su Casco Antiguo ó Ciudad Vieja es relativamente pequeño, pero bellísimo. De piedra musgosa que absorbe la lluvia cuasi constante, puede recorrerse perfectamente a través de los rótulos de los establecimientos (bares y tiendas), de hierro forjado, estilo artesanal, muy originales y elaborados. Una ruta diferente para ver el centro de Santiago...

Si vamos a Galicia, no podemos pasar de largo sin hacer un stop en Santiago de Compostela.
Santiago no solo es su catedral, también es el destino de miles de peregrinos que hacen el Camino de Santiago, también es el lugar por donde podemos pasear entre callejuelas de piedra y trasladarnos años atrás, también hay marisco que probar y ribeiro y albariño con que acompañarlo, también hay pazos, iglesias, mercados, conventos...Exposiciones de arte, museos, jardines...Una infinidad de posibilidades se abren ante nuestros ojos para pasar un buen día de turismo.

Santiago de Compostela es una ciuad de mil encantos, por todo lo que representa, el Camino de Santiago, la Fe de la gente que allí cumple sus promesas, el Obradoiro, La Catedral y mucho más.
Y en este "mucho más" me gusta incluir las fachadas de sus casas y edifícios, tan cuidadas, preciosas y parte importante de su casco antíguo. Una "otra mirada"...

Esto es un trabajo duro para llegar a Saint-Jacques de Compostela. Con la sensación de haber hecho un desafío por haber aprendido el sabor de los logros personales y la alegría de hacer algo grande, llegamos a la ciudad. La mochila estaba llena de kilómetros. Durante el final del viaje, cada uno tiró lo que quedaba, y trajo sólo lo que era útil en un peregrinaje que requería sólo las necesidades básicas. Hay algunos que vienen acompañados de sus pasos, como los que han subido a la cima de una alta montaña y en la parte superior, han disfrutado de un panorama impresionante. También están los que llegan a Santiago acompañados por la fe.

Es de una gran suerte, poder pasear por Santiago de Compostela en este mes de octubre 2008, acompañado de la cámara de fotos, con un clima soleado y teniendo el tiempo suficiente para encontrarse con la vida social y artística y disfrutar de la acogida de sus habitantes y de gastronómica en restaurantes, bares y terrazas, a la vez que poder ver y recoger como recuerdo, fotos de las magníficas muestras del arte y la arquitectura urbana que se encuentran en el recorrido de sus calles y plazas.
Desde muchos siglos antes hasta la actualidad, acumula esta ciudad diferentes monumentos, edificios,

Santiago de Compostela, meta de alivio y camaradería entre peregrinos de todo el mundo. Sus calles, casco antiguo, están impregnadas de la magia que la ciudad transmite. No importa como ni cuando, importa el llegar y allí descansar.

Sobre todo en el momento del día que comienza a anochecer, un poco más tarde que en el resto de España, ya que aquí estamos bastante más al oeste. Durante junio es de día hasta casi las 22.30.

El casco histórico de la ciudad, donde se encuentran la Catedral y todos sus monumentos y la mayoría de sus puntos de interés es un lugar mágico por la noche, ya que está tenuemente iluminado por lámparas de luz amarilla que le dan un toque melancólico pero muy acorde con el espíritu de la ciudad.

Si hace buena noche es muy recomendable dar un paseo por el Obradoiro, las rúas del Villar