Un impactante y colorido paisaje
En este Monte La Roca, en el que se encuentra el Conjunto Monumental de Sant Martí Sarroca, es de un colorido entre verdes contrastes, azules intensos, blancas nubes que parecían pompones de algodón mientras que un brillante sol iba descendiendo a medida que se acercaba el atardecer reflejándose en las rocas y cuevas naturales de sus laderas, en el fondo del abismo y a lo lejos en algunos sinuosos hilos de agua. Verdes y brillantes parrales orillaban el conjunto arquitectónico lo que hacía del lugar algo realmente imperdible.
Esta zona que se encuentra dentro de los llamados Senderos de L’Alt Penedès es una pradera rodeada de peñascos y pintorescas montañas en las que en algún lugar la delimitan y surcan dos río Anoia y Foix que las hacen más húmedas. Asomada en la plataforma que une el Conjunto Monumental y rodeando su entorno rocoso, cubierto mayoritariamente de frondosos bosques de pinos y encinas salpicados de tunas, espadas de San Jorge y yucas prendidas entre las amarillentas o grises rocas, podían divisarse las múltiples viñas en sembradíos que formaban rectángulos o cuadrados casi perfectos separados entre ellos por frondosos setos y rodeados de serpenteantes caminos y senderos. En las fincas ubicadas en alguno de estos paños de diferentes verdes y a la distancia casi perfectos se veían plantaciones de olivos y árboles frutales, algunos más tupidos otros distanciados pero como si hubiesen sido diseñados en una maqueta y con elementos propios de un ingeniero. Esta red de caminos y senderos forman parte de los muy famosos recorridos del Cava y del Vino. Rotondas y caminos perfectamente señalizados, luces y columnas de alta tensión, casas y fincas con jardines o sin ellos, edificios de varias plantas y como oteando el camino en la cima de enorme pino pude ver un gran pájaro negro como el vigía en el punto más alto de un barco navegando en un altamar de verdes.