un pedazito de cielo en la tierra.SAN ANDRES
Viajar a san Andrés ,es experimentar estar un ratico en el cielo, la tranquilidad y belleza de la isla le resultan gratificantes y relajantes para el cuerpo y el alma. También la amabilidad de los isleños es hermosa y provoca quedarse a vivir en la isla.
el mar de los siete colores nos atrae y nos recrea los ojos y el alma y da una paz infinita a nuestro corazón, sentir el contacto con los peces y las manta rayas fue espectacular,indescriptible y me hizo sentir en armonía con el ambiente.
las construcciones de los hoteles y viviendas me hizo remontar a nuestros antepasados.
fue una experiencia única ,maravillosa y me gustaría repetirla en cuanto DIOS me lo permita.