Sala del trono

Totalmente engalanada, con decoración propia del imperio jemer y detalles dorados allá donde mires, la sala del trono es un lugar para visitar y dejarse llevar. Si el calor te permite visitar el lugar con tranquilidad, resulta muy interesante fijarse en los delicados elementos labrados de cada rincón del palacio.

Una de las cosas más curiosas que nos sucedió fue que los propios camboyanos alucinaban casi tanto con nosotros como con el palacio, y nos paraban para hacerse fotos. Merece también la pena evitar las horas más duras de sol para no sufrir una insolación. Sin duda, de lo más destacado