Leyendas de la Alhambra
Un lugar como la Alhambra no podía dejar de tener toda una serie de leyendas, mitos, cuentos que ensalcen aún más el hechizo que propaga. En La Sala de los Abencerrajes encontramos varias razones para calificarla como una de las estancias más mágicas del conjunto monumental.
Cuentan, dicen, algunos aseguran que vivían en el Medina una serie de familias destacadas que contaban con el favor del sultán, una de ellas era la casa de los Abencerrajes. Cuando otra familia palatina decidió acabar con esta simpatía real corrieron la voz de que uno de los miembros principales tenía una relación secreta con la favorita del sultán (leyenda fuertemente arraigada ya que en el Generalife volveremos a toparnos con ella en el Patio de los Cipreses), lo que dió como resultado la decapitación de 36 de los agerridos Abencerrajes y se acabaron todos los favores del sultán.
La sala lleva su nombre porque la leyenda va más allá y nos indica que la pequeña y armoniosa fuente que se encuentra en mitad de la sala conserva aún restos rojizos de la sangre inocente derramada que quedaron tras el brutal castigo. Es cierto, tanto los bordes de la fuente como parte de su pequeño canal tiene un color rojizo que hace "más creíble" la leyenda;-).
Ubicada en el impresionante e indescriptible Palacio de los Leones, lo sorprendente de esta sala no queda en esta leyenda. Tómate tu tiempo, empieza a subir tu mirada y descubrirás la pura magia. Una de las obras maestras de la Alhambra se encuentra en la cúpula de mocárabes que envuelve de manera mágica a esta sala.
Una perfecta estrella de ocho puntas que converge en otras ocho trompas de mocárabes. Ufff! , cuanta belleza y perfección contiene este lugar, a pesar de su "macabra" leyenda de venganzas imposibles. Lo más impresionante es que esta cúpula como la que después se observa en la sala casi gemela de Dos Hermanas está basada en el teorema de Pitágoras. A mi, sinceramente no sé que me impresiona más, si la leyenda o esta proeza de ingenieria, aunque por encima de todo, me quedo con la magia!.


