Un lugar donde perderse
Probablemente, Biarritz se lleve la fama, pero el encanto de San Juán de Luz es inigualable. De hecho, si tuviese que quedarme con 2 lugares de la geografía vasco-francesa, esta localidad sería uno de ellos, junto a la impresionante garganta de Kakueta.
¡Por alguna razón la elegió el rey Luis XIV para celebrar su matrimonio!
Pasearse por la Calle Gambetta es una delicia, con la arquitectura típica del País Vasco francés, su puerto, los artistas pintores y las terrazas de la plaza de Luís XIV, la Iglesia de San Juán Bautista, el largo paseo de la playa que finaliza en La Punta de Santa Bárbara, donde se pueden disfrutar de una extraordinarias vistas de la bahía y la costa vasca.