¡Conocer la historia de los lugares y visitarlos con tiempo enriquecen la vida y los recuerdos!
Luego de haber recorrido todos y cada uno de los espaciosos patios con su aljibe, caminado una a una de las estaciones del Vía Crucis realizado en azulejos elaborados por maestros procedentes de talleres de Triana y Holanda, así como para la talla de la yesería y ornamentos se recurrió a un experto portugués, para finalizar este trayecto del Hospital admirando su bellísima escalera la que, según narra la historia, resultó ser impactante en la época de su inauguración.
Dediqué mucho tiempo en visitar la Iglesia con sus diversas Capillas, admirar extasiada el lienzo Del Greco que representa la visión de San Francisco y deslumbrarme con cada uno de los detalles de las pinturas, ángeles de tamaño natural, un magnífico nacimiento y los frescos de sus techos, hasta que descubrí una puerta totalmente tallada en madera policromada que comunicaba con la Sacristía. Esta puerta de dos hojas decoradas con flores y pájaros y enmarcadas con molduras doradas estaba cerrada al menos en ese momento.