Ruinas Castillo de Jalance

Castillo: Fortaleza de origen musulmán, se construyó en el siglo XI sobre la base de un antiguo asentamiento íbero, éste fue testigo de grandes enfrentamientos bélicos pues hizo de frontera natural entre los Reinos de Castilla y Aragón, posteriormente en el siglo XIX y dado su deterioro las murallas fueron restauradas para dar cobijo a los pobladores durante las guerras civiles entre carlistas y liberales. Actualmente conserva bastante bien restos de habitaciones con paredes de mampostería, algunos torreones y la base de una importante torre mayor, todo ello rodeado por una muralla pétrea de más de ciento setenta metros de longitud. En las distintas excavaciones realizadas en el castillo se han encontrado restos cerámicos y monedas, siendo clasificadas cronológicamente entre los siglos XI y XIX tiempo durante el cual estuvo habitado. El castillo preside la localidad de Jalance y se encuentra en lo alto de una montaña extendiéndose a sus pies el municipio, este es frecuentemente visitado pues al estar asfaltado el camino es accesible tanto a pie como en coche, pudiendo contemplar desde aquí una preciosa vista de Jalance y sus alrededores, andando desde el municipio al Castillo se tarda 20 minutos, la visita es libre. El castillo de Jalance esta declarado Bien de Interés Cultural (BIC) la entrada es libre. HISTORIA Algunas reflexiones sobre la historia de Jalance.- La Historia de Jalance se vértebra en torno a dos ejes fundamentales: por una parte, la condición fronteriza que tuvo que desempeñar durante dilatados periodos fue causa de que, muy a su pesar, se fuera viendo involucrado en frecuentes hechos de armas, en guerras que ni le iban ni le venían y de las que, las más de las veces, saldría malparado; aunque le sirviera, triste consuelo, para tener efímeros huecos en la historia general de España. Por otra parte, el aislamiento debido a su situación geográfica, al terreno quebrado, a las difíciles vías de comunicación, ocasiona que el conocimiento de la micro-historia del pueblo, del lento discurrir de su vida cotidiana, sea de manifiesta importancia. Destaca en esta historia local la larga lucha de seiscientos años (1244 a 1838) entre los siervos, jalancinos, y el señor, llámese éste Don Manuel de Castilla, Bernardo Sarriá, Condes de Oliva o Duques de Gandia. Como elemento aglutinador de esas dos formas de ver la historia, como lugar sagrado, mágico y primigenio, como motor generador de su historia, como centro y origen de Jalance queda: su castillo. Castillo erigido en el siglo XI sobre los restos de la antiquísima fortaleza íbera, castillo que en el siglo XV fuera calificado por el Marqués de Santillana –el mejor escritor castellano de su época- como “inexpugnable fortaleza”. En él, en estratificadas páginas de tierra, se encuentra escrita la historia del pueblo. Historia impresa en tres diferentes tipos de letra; quizá por eso, mejor que hablar de la historia de Jalance, sería más propio el hacerlo de los tres Jalance: del Xalanx íbero y romano, del Xalans moro y morisco, del Jalance actual. ¿Qué nos queda del Xalanx y de Xalans? Del primero tan sólo restos cerámicos por las inmediaciones del castillo y los abundantes denarios romanos hallados en el término. El Xalans árabe no legó parte de la cimentación y algunos lienzos de muros de la actual iglesia –antigua mezquita -, el trazado urbano de alguna de sus calles, muchísimos restos cerámicos con ciertas piezas en buen estado de conservación y, por supuesto, su castillo. Y de uno y otro, topónimos, costumbres, palabras, cultura, en suma, que tras más de 2.500 años de historia viene a dar personalidad a un pueblo.