Ignazio Sguera
Cuento de hadas surrealista.
Cuando visité el noroeste de Sicilia, inmediatamente pensé en las salinas de Trapani. Un lugar tan mágico, lleno de colores surrealistas. Observar las tonalidades magenta de los estanques que se difuminaban en el horizonte acompañado de un cielo de un color anaranjado intenso al atardecer. Un lugar aparentemente hostil a la vida, con sus enormes espacios, su silencio ocasionalmente interrumpido por hermosos pájaros sobrevolando nuestras cabezas. Caminar por los estanques y tocar la fina capa de sal, es una experiencia única. Los molinos de viento, entonces, nos llevan de nuevo a la infancia, al recuerdo de historias épicas y fábulas.
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