Nada como nadar en la selva
Imagínate recorrer un río de agua fría, transparente y azul, que te lleva por una ruta sinuosa por el corazón de la selva mexicana, se trata del Río Azul, uno de los tres ríos por los que puedes recorrer el parque. El Río Azul tiene un trayecto de aproximadamente 600 m, para ingresar en indispensable que portes un chaleco salvavidas y es opcional llevar aletas.
Es conveniente pedir el equipo se snorkel que el mismo parque te proporciona y que se incluye en el boleto de entrada, o bien, que lleves tus propios googles.
Debido a que el río es subterráneo, cruzas cuevas oscuras, con escasa visibilidad, pero cuentas con el auxilio de cuerdas colocadas en las paredes, el agua es fría, sobre todo al contrastar la temperatura de un ambiente cálido y húmedo, pero ya sabes, empiezas a nadar y entras en calor.
El camino cuenta con cuatro salidas de emergencia, por si ya no deseas terminar el recorrido. El Río Azul, como los otros tres, cuenta con el servicio de traslado de tus objetos personales, es decir, si quieres regresar a tu locker con toalla, bata, gorra o tus zapatos, ellos te prestan una bolsa de lona para que los guardes y te los llevan al final de camino.
Recomendado para la tarde, después de que sufriste el calor de la selva y el aguan está un poco mas templada.
Excelente experiencia, única.
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