Ayer me invitó mi marido a comer en el ...
Ayer me invitó mi marido a comer en el Wok Gu. Hacía tiempo que no iba y me quedé asombrada de la cantidad de cambios, para bien, que ha habido en el restaurante. Como su nombre indica, en un principio son los woks el punto fuerte del Gu, siendo los entrantes algo marginal y casi anecdótico, pero ahora ya no te acuerdas de los woks ya que los entrantes son fabulosos. No se si os he dicho que funciona en régimen de buffet libre, tu pagas unos 10 euros y comes todo lo que quieres, bebida a parte.
Pues bien, ahora en los entrantes y primeros platos, podemos encontrar deliciosos creps de pato lacado, berenjena rebozadas y tapas orientales cocinadas al vapor que uno mismo coge de una especie de nevera vaporera. También hay una estupenda selección de makis y sushi que salen de un running sushi, una cinta tranpsortadora directamente de la cocina. Los fritos están en su punto y siguen siendo deliciosas las brochetas en salsa de cacahuete. El servicio es rápido y eficiente, muy educado, perfecto. El restaurante es acogedor, yo diría que hasta elegante, de decoración oriental sin caer en el recargamiento de otros restaurantes del estilo.
