peor imposible
De visita en Trujillo, en la plaza Mayor un chico nos da un papelito de publicidad del restaurante..., decidimos bajar pues el chaval estuvo atento y educado con nosotros..., hasta aquí bien. Llegamos al restaurante, el comedor estaba lleno, nos dicen que nos sentemos en el bar y educadamente le decimos que si no tienen mesa nos vamos, nos ofrecen la terraza, (hacía frío y llovía...), por fin nos dicen que tienen otro salón y que nos pasarán allí. Cuando entramos vemos que es un salón muy grande y bonito, donde hay una mesa con una pareja y un niño, y otra mesa muy bien montada para 6, el resto eran mesas largas de banquetes sin montar, nosotros éramos 2, y nos colocan una mesa de la terraza que cojeaba con un mantel de papel, al quejarnos y pedir una mesa como debe ser el camarero nos pone pegas y dice que las mesas de mantel de tela son para reservas y tarifas especiales..., ahí estuvimos a punto de irnos pero eran mas de las 3 y media desde las 2 y media que habíamos llegado...