tapas ricas, ambiente agradable
Descubrimos al azar de nuestros paseos este bar/restaurante... Una excelente sorpresa!
Las mesas de afuera llevaban manteles que me recordaron los de mi abuelita, con diseños algo pasados de moda... Empezó a lloviznar y el camarero nos llevó para dentro, y entramos a un ambiente totalemente diferente, refinado, artístico y tranquilo.
Unas tapas deliciosas y con precio razonable, croquetas divinas y todo lo acostumbrado para aficionados al tapeo! Y un servicio excelente, con camareros muy amables...
En pocas palabras: Un lugar para descubrir y recomendar!