Un día especial
Viajé a Zaragoza por tema de trabajo, y me recomendaron este restaurante.
No me arrepiento, ya que el trato fue exquisito y la comida también, tanto en menú como a la carta, tienes todos los precios, pero sólo una calidad, la buena. Observé que había todo tipo de clientela, gente sola, acompañada e incluso familias. Es apto para todos los públicos ya que tanto el interior como el exterior te incitan a alargar la velada, es muy cómodo.
Si sóis de fuera o del mismo Zaragoza, os invito a no despediciar la oportunidad de conocerlo e incluso repetir, porque yo, lo voy a hacer.