Nos amargaron la comida
Si reservas a las dos, sin tan siquiera sentarte a la mesa, ya te están diciendo que te tienes que ir a las 15.15 h. Es decir, te dan una hora y cuarto para comer en un restaurante que los platos valen más de 20 euros. Te retiran los platos antes de haber acabado. Y no se te ocurra quejarte al dueño por los turnos porque te dirá que si llega a saber que te vas a quejar no te hubiera dejado comer allí.
Se debe de creer que su restaurante es único cuando realmente por ese precio muchos hay iguales o mejores en Madrid, y por lo menos no te echan. Nosotros nos reunimos para una comida familiar especial y nos jorobaron la fiesta.