Juan Carlos Milena
Wifi y modernidad en el centro de Damasco
El Ornina fue una parada a mediodía para reponer fuerzas. Es muy moderno y restaurado, aunque conserva el interés de una casa damasciana típica, con su patio, fuente, escaleras a planta alta donde también puedes comer o simplemente tomar una bebida, un te o un nargile. La carta es bastante completa, y todo el persona muy amable. Sin duda un punto más donde descansar en una ciudad que se te hace muy cómoda. Está cercano a la mezquita, en el barrio cristiano.