Auténtico
En mi último cumpleaños me sorprendieron con una cena en este restaurante y me encanto!! Esta muy cerquita de la Gran Vía, lo que tiene sus inconvenientes si vas en coche y sus ventajas si luego quieres tomar algo.
Justo al lado del Miyama han abierto el Miyama San no los confundas, pues aun siendo de los mismos dueños la carta es totalmente diferente.
Como soy novata en este tipo de comidas, deje la elección del menú en manos de mi acompañante, lo primero en llegar a la mesa fue una ensalada de algas, esta no la pedimos sino que la sirven ellos como una invitación, mientras llegan los platos que has pedido, nosotros empezamos con nigiris (salmón, gamba roja, langostino y toro que es ventresca de atún), tengo que decir que me gusto mucho y eso que tenia mis recelos.... seguimos con una tempura de verduras y para terminar un teriyaki de pollo, aunque en realidad queríamos probar el "cerdo ibérico salteado al jengibre" así que tenemos la escusa para volver.