Restaurante Mayflower

El restaurante Mayflower es el sitio ideal en Getaria por muchas razones; pero es quizás sus increíbles vistas la puerto y al mar lo que le hacen muy especial.

Este restaurante está situado en alto, y aunque tiene comerdor dentro lo mejor para disfrutar del buen tiempo es ocmer en su terraza, que hay una que es cubierta y otra que está al aire libre. La que está al aire libre tiene sus mesas pegadas a una muralla porlo que las vistas son preciosas. No hay nada mejor que comer con unas vistas tan buenas.

La atención de lso camareros es muy buena, siempre atentos en todo momento. Es un restaurante que tien siempre mucha gente, por lo que os recomiemdo el reservar con tiempo si pensáis ir.

El restaurante asador Mayflower, está situado a espaldas de la iglesia de San Salvador, frente al puerto. Si vais a Getaria, os recomiendo que lo visitéis pues no os arrenpentireis, ya que la relación calidad/precio es buenísima en comparación con el resto de los restaurantes con cartas a precios desorbitados.

Nosotros fuimos en junio por lo que nos sentamos en la terraza en la que se estaba de maravilla contemplando el mar y toda la bahía iluminada. La especialidad de este local es el pescado a la parrilla, nosotros fuimos con la intención de tomar dorada, pero al ser bastante tarde, ya no quedaba nada y es que es un sitio bastante concurrido, optamos por una sopa de pescado y marisco que estaba deliciosa y de segundo merluza y los mejores txipirones a la plancha que he comido en toda mi vida, si os fijais en la foto comprobaréis la pinta que tienen je.Je,

Ayer estuve en el restaurante May Flowers. Tengo que decir que el dueño del restaurante es muy desagradable. Paso a contar lo que me sucedió

Estoy operado de un tumor cerebral por lo que luzco una cicatriz de 36 puntos en la cabeza. No me extirparon completamente el tumor, así que recibí un tratamiento a base de radioterapia. Este tratamiento me dejó como secuela una reacción a las radiaciones solares que hacen que los ojos se me pongan, literalmente, como pelotas de ping-pong. Se me enrojecen y, hasta que se me pelan, paso unos días muy molestos.

Ayer era mi cumpleaños e iba a celebrarlo con mi novia, a la que le he dado un verano muy aburrido, todos los días encerrados en casa. Fuimos al citado restaurante y al pedir que nos tomasen nota para ir a comer, le comencé a pedir, de buenos modos, al señor que si podía ser que comiese en sombra y traté de explicar mis motivos. Él me interrumpió, de forma airada, que, si quería comer, tendría que ser donde me tocase.