Marisco de alta calidad
Un lujo poco conocido en el sur de Portugal. La visita al pueblo, con su majestuoso castillo no deja indiferente a nadie que disfrute de una buena escapada.
Mi consejo: Llegar a media tarde, para dar un paseo por el pueblo, subir a visitar la fortaleza mientras se pone el sol, y después aprovechar para cenar en esta marisquería.
Como ya es norma en este tipo de restaurantes, el marisco campa a sus anchas en peceras enormes a la vista de los comensales. De ahí pasa directamente a la cazuela y a nuestro plato.
Excepcional el bogavante (lubrigante), las coquinas (conquilhas) cuando es temporada, los carabineros y las gambas tigre, y también recomendabe dejar algo de hueco para un pescado a compartir. Marisco de muy buena calidad, a un precio más razonable del que podemos estar acostumbrados.