Restaurante Manolito

Uno de los restaurantes más populares en La Coruña, con más de 50 años de historia y dos locales, en la zona de 4 Caminos - El Corte Inglés. El primer local es el de Ramón y Cajal, 45. Tel: 981 282 062, pero a mi me gusta más el de Fernández Latorre, con más orientación de mesón.

Recetas gallegas en su máximo esplendor, como la suprema de mero, el bacalao confitado y las cocochas de merluza. En las carnes no puede falta el lacón con grelos, el entrecote de buey y el cordero lechal.

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Esta valoración es fruto de unas cuantas comidas y cenas en este establecimiento (el de Fernández Latorre), para mi es el típico restaurante mesón de comida tradicional o casera, calidad precio creo que el género no está mal, pero un poco inflado para lo que es.

En el trato parece que solo son clientes los de casa o amigos, como si tú les fueras a pagar con dinero del Monopoli a diferencia de ellos. Según pidas carta o menú te tratan de manera distinta, son bastante toscos yo mismo he vivido esta experiencia en la que pedí el menú de 15 eurazos, el cual tienen colgado en su web y que no coincide con lo puesto, por cierto bastante cutre ni entra café y ¡sorpresa! no lo tenían ni preparado, creo que les sobra un poco de soberbia, el trato fue de vergüenza.

Hace pocos días contratamos una cena de Navidad en el establecimiento de la calle Ramón y Cajal, la experiencia ha sido nefasta.

Los entrantes súper escasos, los segundos sin la calidad esperada y cuando llegamos al postre ,a pesar de haber concertado la cena con mucha antelación y conociendo por lo tanto el número de comensales, el postre que habíamos contratado no lo tenían.

Y lo peor de todo, por error le sirven a una compañera un plato de bacalao a la gallega , que a los pocos segundos le retiran sin dar una sola explicación ( añadir que ya habían mojado pan en la salsa) y acto seguido le traen otro bacalao que nada tenis que ver con el primero, e intuimos que el otro se fue a otra mesa, a alguien que lo haya pedido de carta.

Este restaurante está siempre lleno, en su mayoría por gente local. Las raciones son abundantes, muy ricas, mantenido ese punto casero que a veces se pierde en sitios concurridos. El ambiente es muy tranquilo y no te puedes perder el pulpo ni los mejillones.

La gastronomía tradicional te conquista y te hace repetir.