El bar más auténtico que pisamos en Grana
La noche que fuimos, el lugar estaba petado de gente mayor, clientes asiduos, familias, grupos de amigos, compañeros de trabajo y por ahí suelto andaba algún turista alucinando con el panorama!
Los camareros van a saco! se mueven como acróbatas con sus bandejas en la mano, llevan los platos sobrantes de 3 mesas en cada brazo, memorizan los pedidos y los berrean a la cocina desde donde contestan con otro grito.
Sentarse en la barra es todo un espectáculo, a todo el baile de bandejas, vasos y gritos se le suman las tapas que pasan por delante de tus narices y el aroma que desprenden! Dan ganas de pedir todo lo de la carta.