Tras una intensa búsqueda al final ...
Tras una intensa búsqueda al final decidimos venir a este vegetariano, y ya os adelanto que fue un acierto.
Su aspecto exterior e interior puede transmitir frialdad pero os aseguro que sentiréis la calidez del trato cercano que ofrece su personal, desde que entramos hasta que salimos con una sonrisa en la cara, amables y pacientes para explicarnos cualquier duda sobre los platos y dispuestos a aconsejarnos. Hacía tiempo que no me sentía tan bien tratada en un restaurante.
Su carta es vegetariana 100% y también incluye algunos platos para veganos (son aquellos que no contienen huevos ni productos lácteos). Los precios muy muy ajustados, al contrario de otros vegetarianos que por su tipo de cocina te cobran el doble, y las cantidades muy correctas también. De lo que cogimos os recomendaría la tarta de verduras, muy gustosa; la crep illa de gràcia, de elaboración sencilla pero con un resultado que sorprende al paladar y de segundo el seitan con arroz y salsa provenzal o los escalopes de berenjena, aunque nos quedamos con ganas de probar el resto de platos; de postres hay bastante variedad, tartas caseras, fruta o una selección de helados exquisitos. El resto de la carta se complementa con tés, vinos y cervezas, todo productos biológicos y de calidad.
