Restaurante Labeko-Etxea

Este restaurante está situado en uno de los barrios rurales de la ciudad industrial de Irun, "Olaberria", rodeado de montes, un riachuelo, animales...

El interior del restaurante es muy bonito y se come muy bien. Hay menús del día, aunque no es de los más económico que he encontrado. Pero para ir de vez en cuando, no está mal.

Tiene un parking privado en el exterior, junto a un parque infantil, no apropiado para que se queden los niños solos, ya que para entrar en el restaurante hay que atravesar la carretera, y los coches suelen ir bastante rápido, pese a ser una carretera comarcal.

No me han timado nunca igual... para nada recomiendo este lugar.
era el aniversario de mis padres y quisimos regalarles una cena .
cogimos un menú desde internet y un día antes nos presentamos en el restaurante para dejarlo pagado.no se nos dijo nada de que el menú cambiaria
a mis padres no les dijimos lo que iban a cenar para que fuese sorpresa y la sorpresa fue nuestra cuando al día siguiente nos contaron lo que habían cenado. les cambio todo el menú por platos de valor muy inferior a los pagados si había langostinos pues les sirvio una anchoilla con 2 pimientos, un cacho de atún en lugar de un hojardre de marisco.... pusimos hoja de reclamacion en el consumidor pero va cubierto porque en la letra pequeña de internet pone que puede cambiar los platos.

¡Todavía me pregunto cómo se puede hacer tantas cosas tan mal!

- Nos hicieron esperar muchísimo pese a no haber casi nadie en el comedor (cosa que ahora entiendo).

- Nos atendieron mal, con bordería y desgana.

- Pasamos frío en el comedor. Al parecer la calefacción está muy cara.

- La comida, pasable, salvo la carne que nos sirvieron que estaba bastante bastante hecha. Vamos, suela de zapato.

- Se confundieron con la cuenta y nos quisieron cobrar de más.

En resumen: Una pasada.

Fuimos en diciembre. Hacía un frío que pelaba. Dentro y fuera, porque el dueño parece que no se gasta un duro en calefacción. Por si fuera poco, el servicio fue malo malo malo. Y el precio una pasada de las que uno se acuerda durante años. A mí no me vuelven a ver el pelo por allí.

Aunque el sitio es bonito no salimos demasiado contentos con la comida, las raciones eran pequeñas. Es un sitio donde solo he estado una vez y no tengo intención de repetir.