No volveré jamás
Lo único que merece la pena son las vistas.
Los calamares parece que les cayeron un kilo de sal encima, las croquetas de jamón ibérico era un engrudo incomible con sabor harina y el jamón invisible, les dijimos amablemente que por favor nos cambiaran las croquetas por otro plato por que no sabían bien, les pedimos unas patatas con morcilla de Burgos y cuando te las traen eran una patata cortada y 3 trozos de morcilla escasos en todo.
De los peores restaurantes donde comí. No lo recomiendo.No volveré jamás. le pongo una estrella por las vistas .