No es alemán y carísimo
Restaurante pretencioso, quiere parecer más de lo que es. Carta muy amplia, pero sólo 3 platos alemanes. Raciones bien de tamaño, pero la calidad no se corresponde con el precio. Si vas buscando un sitio para tomar buena cerveza alemana y salchichas con chucrut, pasa de largo porque no vas a encontrar ni lo uno ni lo otro. Si estás dispuesto a que te peguen un sablazo por comer regular, sin vino ni postre, y que el camarero muestre tal desconfianza que se ponga a contar los billetes de la cuenta sobre la misma mesa, habrás acertado de lleno. Precios para que os hagáis una idea: ensalada de canónigos con vieiras (una sola) y langostinos (4): 15,90€, solomillo de cerdo gratinado con salsa de quesos: 14 €, postres: 5,50 €.