Carlos Olmo
Hay que verlo para creerlo
Restaurante Érase una vez, en Tramacastilla (sierra de Albarracín), es un lugar muy curioso, restaurante, bar de copas y alojamiento, con una decoración muy ecléctica, que va desde el conjuro de la Queimada pintado en su muros, a frases y expresiones de religiones orientales, con menúes basados en la simbología de los colores.
Trabajan con productos de la sierra de Albarracín, y un precio atractivo de 20 euros un menú compuesto de entrante, primero, segundo y postre casero.
Tienen una terraza bastante amplia con música durante el verano.
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