Restaurante Entre Suspiro y Suspiro

Aquí se respira arte tanto culinario como pictórico. Es un sitio en el que podrás degustar los platos tradicionales de la comida mexicana. Desde que entras ya comenzaras a sentirte en un ambiente muy agradable con el colorido característico del país Azteca. En esta visita tuve la oportunidad de conocer al chef de Entre Suspiro y Suspiro el polifacético Alfredo Castañeda quien muy amablemente me habló de los platos emblemáticos del restaurante (que de solo escucharlos ya se hace agua la boca). Imagínate poder comer uno de los mejores moles poblanos en pleno Madrid, si algo tiene la gastronomía mexicana es que son platos nobles pero que tienen una elaboración meticulosa y también su toque personal como todo en este hermoso lugar.

Aunque éste es un retaurante de larga tradición en Madrid (lleva más de 10 años), el viernes pasado cené por primera vez en él junto a un grupo de amigos, uno de los cuales suele acertar 10 sobre 10 en sus recomendaciones.

El restaurante se localiza en una bocacalle que da a la plaza de Isabel II y la entrada es bastante discreta. La decoración e iluminación es bastante original, en tonos violetas y morados, con un cierto toqwue romántico. Todo muy agradable aunque, si seme permite una pequeña crítica, el nivel de iluminación no ayuda mucho a la lectura de las cartas, especialmente a aquellos que empezamos a sufrir primeros síntomas de vista cansada.

Con capacidad limitada para solamente 65 comensales, este restaurante ofrece una atención profesional y personalizada. Su cocina es de neto corte mexicano, y ofrece una selección de sabores y texturas propias de esa cultura. Las salsas picantes son para los más valientes, pero darán un toque especial a la velada. La decoración es acorde y muy cálida.