Restaurante El Oso Blanco

Un magnífico lugar para probar gran variedad de degustaciones gastronómicas y, sobre todo, probar el gran cochinillo asado segoviano, el cual estaba especialmente rico, súper crujiente, se nos deshacía en la boca. Todo ello unido a los judiones y al ponche segoviano hizo de nuestra cena un momento diez.

Es un lugar muy tranquilo y con un servicio espectacular.

El menú costaba 16,90€. El restaurante más barato que encontramos en pleno casco antiguo. Está un poco escondido, bajando unas escaleras, pero busquen, ¡que merece la pena! ¡Que os aproveche!

Nos sirvieron una sopa castellana con panceta o algo parecido flotando. Un verdadero asco. Lo peor vino cuando rechazamos la sopa.

El mesonero nos dijo que íbamos a tener que pagar lo que él dijera. Por supuesto pedimos una hoja de reclamaciones. Antes de marcharnos, un listillo nos dijo que teníamos que dejarle el original. No se lo recomiendo a nadie.