Restaurante El Ermitaño

A medio camino entre Asturias y Madrid, se encuentra Benavente. Y una parada más que imprescindible es El Ermitaño. Este complejo incluye salones de boda y hasta una capilla para que te puedas casar y todo.
Estuve este fin de semana pasado y vi que no ha variado mucho. Me comí un lechazo (tiempo ha que no lo comía) que retrata la más pura tradición castellana de este manjar.
El chef Pedro Mario nos recomendó otros platos como los canutillos de cecina rellenos de hígado de pato y un postre de 3 chocolates.
Después la vuelta a casa se notó un poco difícil con todo el empacho jaja.
El desván que tienen en la parte de arriba es de lo más acogedor para tomar un café, porque puedes leer la prensa o jugar al billar.

Estás haciendo un Madrid-Asturias (o viceversa) y esta vez en lugar de bar de carretera quieres comer bien de verdad. Si ese es el caso, el Ermitaño te pilla a mitad de camino (más o menos) y ofrece un menú muy bueno.

Puedes comer arriba (versión precio elevado y serio), o optar por comer en las mesas alrededor de la barra un menú de 18€ excelente. Es un restaurante premiado y con razón.

Primer plato a compartir:
Garbanzos con tallarines de calamar, setas y callos de bacalao. Luci tomó croquetas con cecina.
Segundo plato:
Lechazo de León y Sofi entrecote de ternera con setas, cebolleta y miel de brezo. Luci lomo de cerdo con nido de patatas. Postre: Crema de queso de cabra con chocolate blanco y vinos dulces
Y al final un cafetito en la buhardilla.
Una vez tomado el café nos fuimos a ver la huerta que tienen...al salir hemos visto a uno de los dos chefs, Óscar, que le ha preguntado a Luci de si había comido bien.

Hacía tiempo que andaba buscando un restaurante para parar a mitad de camino en un viaje en coche hacia Asturias o Galicia.

Tienen barra (pequeña), unas cuantas mesas para comer algo rápido y ya para algo más formal, salones en la parte superior. Nosotros comimos en las mesas del bar un menú.

La pega es que te vas a una hora y media de comida, lo demás fantástico: buena comida y camareros atentos.

Muy recomendable. Nivel alto. Trato exquisito y comida excelente. Para volver seguro. Precio medio-alto

El establecimiento está montado en un antiguo edificio cuya construcción data del sigoo XVIII. El mismo ha sido restaurado y equipado con modernas instalaciones para que sus comensales pasen allí una velada agradable. Disponen de una gran variedad de recetas elaboradas con toques de antaño mezclados con las influencias de la cocina actual.

No volveremos por el mal trato del servicio que no por la comida que ha sido de 10.
Muy antipático sobre todo el señor de la barra.

Comimos fenomenal y con buena relación calidad-precio.