Indescriptible!
¡Cuando la cocina se hace arte! Sin palabras nos quedamos en el Corral del Indianu.
Cocina tradicional pero revisitada con una originalidad maravillosa y una maestría apabullante.
El lugar es precioso y ya no me refiero solo a Arriondas que también (merece una visita con Descenso del Sella o sin él) me refiero al restaurante en sí.
El comedor precioso, una decoración minimalista pero muy cálida y cuidada. El patio, zen y vegetal, con un verdor asturiano en el que dan ganas de quedarse para siempre a charlar con amigos rodeados de tranquilidad. El olor, los colores, los pequeños detalles… imposible poner una pega.