Restaurante La Capilla

Una antigua capilla anexa al convento es el escenario de este restaurante que destaca por la decoración blanca y las vidrieras de la capilla.
Con una situación tan original y tan buena decoración, nos esperamos un restaurante caro y de mucha categoría, pero la sorpresa surge al ver la carta.
Con un menú de 23€-25€ y un amplia variedad de platos con nombres muy largos, esperamos que la experiencia en este entorno único sea inolvidable, pero al degustar los platos descubrimos que no destacan en nada en especial, siendo un restaurante con una bonita decoración y una gastronomía justa.

El

Realmente, cuando entras al restaurante te impacta bastante la decoración, es un lugar muy bien decorado y han sacado partido a la vieja capilla. El servicio me ha parecido correcto y agradable, en cambio de la comida nos esperábamos algo mejor, aunque tenían platos buenos. Si que es verdad que la imagen que ofrece La Capilla confunde un poco.

La atención fue de una mala educación y una borderia que no se explica, la organización desastrosa, todo tarde, de malas maneras y con malos modos.

La comida excasa y fría, el menú servido no se parecía en nada en calidad y cantidad a lo contratado el día de la prueba. No se ajustaron a los horarios contratados. Fue como para irse sin pagar. Para no volver

El entorno,muy de ciudad,la entrada,bien el salón o comedor,muy bien,un poco frio,teniendo en cuenta,que fue un convento,presentacion,bien,mesa,bienasientos,bien,servicio,dependiendo de la cocina,mal,mienten mal,.lentos,hasta mas no poder,si ahora son así los resturantes,los de antes mucho mejor,no cre que vuelva.

He estado una vez y no creo q vuelva. Los platos poco elaborados y el servicio deja bastante q desear.
Muy bonito para visitar pero para comer hay muchos sitios mejores en Pamplona.
Es una pena q un sitio tan bonito no se esmere un poco en su cocina.

En un entorno precioso hemos degustado un menú excelente, nos recibieron con una copa de cava y un aperitivo. Los entrantes magníficos, el rabo de toro genial y el postre de diseño muy bueno. Todo por poco más de 20 euros. Felicidades

Comparto totalmente la opinión de víctor, es curioso ir a verlo incluso tomar algo, pero no ni a comer ni a cenar. No me gusto ni el servicio ni la comida. En pamplona hay sitios mucho mejores y de igual p inferior precio, no os dejeis engañar x su estetica.

La comida no es nada del otro mundo y el servicio es muy lento. Hay cerca muchos más sitios donde comer mucho mejor y con mejor asistencia.

He estado una vez, comiendo el menú degustación por 30,00 euros y me encantó.