Lo mejor, la mayoría de las veces, está en casa.
Hay días en los que todo sale bien. José Luis es un hombre prieto de carnes. Perfectamente vestido, pero con la sensación, de que no le va mucho la etiqueta. De conversación fluida, sencilla de entender, pero con un punto socarrón, que hace difícil saber por dónde va a salir. José Luis, conduce con verdadera maestría, el comedor del Borgia. No corre. No improvisa. Es su comedor y no al revés. Son viejos conocidos y como tal se respetan.
El resto lo ponen los fogones de Félix, su hermano. Cocina tradicional de gran nivel, aprovechando uno de los grandes recursos de Navarra; la huerta.
En el Borgia, la alcachofa y el cardo, saben a lo que tienen que saber. Ahí radica el éxito.