Cocina tradicional de alta calidad
Hace unos días tuve el placer de visitar este restaurante situado en un piso de un maravilloso edificio modernista en pleno Eixample de Barcelona.
Me llevaron por sorpresa y no me decepcionaron. Me encantó la decoración! Conserva el mobiliario artesanal de la época en un perfecto estado. El servicio inmejorable, nos trató como a verdaderos nobles.
Tienen un patio interior con una majestuosa fuente y que está colmado de flores para que puedas disfrutar de las cenas en verano.
Su cocina, vasca y mediterránea, es deliciosa. Romántico y especial, es un lugar esencial al que visitar.