Carlos Olmo
Chic y caro
El Bechic no nació como restaurante sino como un espacio para organizar eventos en Madrid, con un catering que consiguió fama y al cabo de un tiempo decidieron utilizar el local como restaurante de jueves a sábado noche. Es un espacio sobrio, lo que contrasta con una preciosos murales que hay en la entrada y en el comedor.
Fuimos el día que abrieron después de las vacaciones y parecía que andaban un poco despistados con detalles que en un sitio así no deberían pasar como que la cisterna del baño estaba rota, y el segundo comedor lo tenían desmantelado, además de que los cuatro camareros para ocho mesas pasaban un poco.
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