El sabor de mi hogar
Cenar en el restaurante Amita se ha convertido en una tradición cada vez que regreso a mi hogar, en Cantabria, tras una larga temporada sin ver a mi familia.
Recuerdo frecuentarlo desde que tuve uso de razón porque la comida era exquisita, pero no fue hasta hace unos pocos años cuando el restaurante se modernizó, cambiando la decoración y ampliando su bodega, convirtiéndose así en el, para mi gusto, mejor restaurante de Suances.
Lo que no ha cambiado es el dueño, y el sabor de su cocina tampoco. Tomás y su familia llevan ahora un restaurante que combina los sabores propios de nuestro mar con un toque moderno capaz de satisfacer a los paladares más exigentes.