Buena relación calidad/precio
Es un restaurante Italiano, pequeñito. La decoración es muy auténtica, parece que estuvieras en Italia perfectamente. En las mesas te ponen un bote de colores para que pintes sobre el mantel, muy curioso!!!
El servicio creo que es el mejor y más profesional que he visto nunca. Una camarera italiana, muy agradable, conoce perfectamente la carta y cómo está hecho cada plato y lo mismo con cada uno de los vinos, me quedé alucinada...
Pero, sin duda, lo mejor de todo es LA CALIDAD de la comida, el mejor italiano que he probado en mi vida (incluyendo los de Italia) y, además, con una relación calidad/precio buenísima.