Explosión de la Naturaleza.
Pasar desde el borde del embalse de El Burguillo hasta el puerto de Casilla, a través del valle de Iruelas es un placer digno de dioses en esta maravillosa primavera. Todo el campo está rebosante de vegetación, los pinos jóvenes muestran altivos sus "chupones" de este año, todo evidencia una salud desbordante.
Desde la altura de uno de los lugares cercanos ya al puerto de Casilla se puede divisar el manto verde del valle y en la lejanía la silueta de el embalse. Ya en el borde del pantano podemos disfrutar de un silencio solo interrumpido por el canto de los pájaros. Un día precioso de