Hotel con estilo y clase en pleno Barrio de las Letras
Ver desde la ventana de tu habitación el Paseo del Prado es un lujo, y eso es lo que sucede desde algunas habitaciones del Radisson Blu Prado. Un hotel bastante reciente y moderno, situado en pleno Barrio de las Letras. La calle Moratín se abre paso junto a una comisaría de policía, a pocos metros de Atocha (ideal para ir andando desde la estación) y en una zona llena de restaurantes, bares de tapas y pastelerías y delicatessen. Estupendo para comer bien.
El hotel pertenece a una cadena de alojamientos prácticos y cuidados, cadena escandinava al fin y al cabo para los que siempre prima la comodidad y también el diseño. Nuestro cuarto era amplio ya que cogimos una junior suite al ir con el peque. Tenía zona de dormitorio con cama de cuatro postes y dosel contemporáneo en madera oscura.
La decoración sencilla y efectista en maderas oscuras y telas claras en contraste. Las paredes blancas creando espacios amplios y las vistas, al asomarte a los balcones franceses, estupendas al bullicio del Barrio y al Paseo del Prado, con el Museo a pocos metros.
En el subsuelo, una pequeña sorpresa que sirvió para entretenernos un rato: una piscina pequeña de cromoterapia a temperatura templada, ideal para aliviar el cansancio de un día agotador por Madrid.
El personal de recepción era extraordinariamente amable en todo momento, lo cual, si siempre es de recibo, lo es más aún cuando vas con niños pequeños y te sientes bienvenido.
Estupenda opción, pues, si vais a Madrid y buscáis un alojamiento céntrico, estiloso y con sorpresa incluida.
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