Reconquista
Disfrutar haciéndose fotos
En lo alto de la colina de Jingshan, frente a la puerta norte de la Ciudad Prohibida de Pekín, hay un puesto de disfraces donde los visitantes pueden disfrutar haciéndose fotos vestidos como los emperadores chinos de las dinastías Ming y Qing.
Por el módico precio de 3 euros puedes sentarte en un trono que recrea el antiguo asiento desde donde los dirigentes chinos tomaban sus decisiones y disfrazarte con un traje típico. Los hay tanto para hombre como para mujer.
Además las vistas son espectaculares, ya que desde esta zona se ve todo Pekín, incluida la Ciudad Prohibida.