Puerto de Canencia

Abrir los ojos y darse cuenta de que esta amaneciedo tras tu ventana, mientras permaneces arropado entre las sábanas, después de haber soñado con volar hasta el firmamento, es la mejor manera de comenzar a explicar este viaje.
Cuando despiertas de ese modo, sabiendo que en algún lugar del planeta puedes cumplir tus sueños, te provoca querer realizarlos, y así es como descubrí Canencia.
Tras los pesados y verdes valles de nuestra Sierra Madrileña, se encuentra este mágico lugar, separado del mundo real, tal vez, incluso cerca de las viejas leyendas de hadas que habitan en nuestros bosques y montañas, danzando bajo el rumor de las cascadas.

Se trata de uno de los pasos de montaña más bajos de la Sierra de Guadarrama y, al mismo tiempo, menos transitados, dado su carácter comarcal. Pese a ello, suele ser un lugar muy frecuentado en fines de semana y festivos, por sus valores paisajísticos y ambientales. Su entorno está poblado de pinares. Además, en este lugar podemos encontrar una de las pocas turberas que hay en la Comunidad de Madrid.

Al pie de estas montañas encontramos un valle perfecto para pasar un día de camping,que es donde se localizan las turberas. Hay también vacas, que se encuentran allí en libertad, y un sin numero mas de diferentes especies.

Si existe una frase en la vida que me ha dejado marcado, esa es la que hay grabada en una piedra en el Puerto de Canencia.

Situado entre Miraflores de la Sierra y el pueblo de Canemcia a una altitud de 1600 metros es uno de los lugares ideales de la sierra del Guadarrama para hacer pequeñas marchas caminando y disfrutar del paisaje que te rodea.

La frase EL CAMINO DE LA VIDA SIEMPRE PASA POR UN MONTE para nuestra desgracia es muy cierta, lo único que se tiene que pedir es que no sea un monte muy elevado.