Miradores privilegiados sobre el Danubio
Un total de nueve puentes unen las zonas de Buda y Pest desde tiempos inmemoriales, antes incluso que las dos quedaran unidas políticamente en el año 1873. Dos de estos puentes son ferroviarios. En este rincón voy a hablar sólo de los cuatro centrales, lugares emblemáticos y miradores privilegiados sobre el Danubio.
El puente de la Libertad se inauguró para la Exposición del Milenario en 1896, es el puente más corto de Budapest. Su nombre original fue Puente de Francisco José, por el emperador Francisco José I de Habsburgo. Tras la II Guerra Mundial fue reconstruido respetándose la estética y las características originales. En este elegante puente cabe destacar el detalle en su decoración de las aves húngaras turul y escudos reales en la parte alta.
El puente de Isabel, puente colgante muy simbólico históricamente, fue el primero de nueva planta que se abrió después de la Segunda Guerra Mundial. Lo mejor de él, sin duda, son las vistas que ofrece de la Colina del Castillo y de la de Gellért. No tiene un diseño muy espectacular, pero a mi me parece uno de los más bonitos de la ciudad.
El Puente de las Cadenas Széchenyi, el más bonito de Budapest y el más antiguo. Se inauguró en 1849 y en esa época era único por dos razones: era el primer enlace permanente entre Buda y Pest y requería el pago de un peaje incluso para la aristocracia que por entonces estaba exenta de cualquier tributo. Lleva el nombre del impulsor del proyecto István Széchenyi, aunque fue construido por un escocés, Adam Clark.
El Puente de Margarita que enlaza Buda con la Gran Avenida de Circunvalación. Se halla en la parte norte de la ciudad, en el extremo sur de la Isla Margarita. Este puente de diseño francés fue construido entre 1872 y 1876 y es el segundo puente permanente que unió los dos lados de la capital a través del Danubio.


